
Pulse en la imagen para ver el propio corazón del mundo, latiendo, a ritmo de Vertov y Einsenstein, con el beneplácito de Lang y el expresionismo alemán. Un mágnifico ejemplo para dejarse llevar por las fantasías anacrónicas de Guy Maddin. Ejercicios de metaficción comprimidos en bellos poemas al celuloide.
Etiquetas: cine canadiense, Dziga Vertov, Fritz Lang, Guy Maddin, Jules Verne, Metrópolis, Serguei M. Einsenstein, The Heart of the World
Menos mal que te encuentro, una vez más.
Un saludo.